jueves, 13 de octubre de 2011

SILENCIO

para ti, que nunca vas a leer esto
Todo lo que respiro es tu ausencia ...
                                            Sólo siento tu vacío ...
                                                       Lo único que me queda es tu silencio ...
Copy right ©2011


Silencio y nada más.
Una herida que no cierra, infinito dolor ...
¿y el amor? ... ¡nunca más!


Viento helado, casi invierno, casi el fin de otro año
que entierra lo poco que queda de mí.
Mis brazos se aferran al viento, se aferran a los escasos recuerdos de ti.
Y te busco en las palabras que alguna vez creí ...


Silencio y nada más.
Una herida que no cierra, infinito dolor ... 
¿y el amor? ... ¡nunca más!

Ni melodías, ni caricias, o eternas conversaciones.
Ni sueños, historias o cuentos ... ni siquiera los borradores ...
Suspiros ... suspiros ... y ya.

Sólo me queda esta distancia imposible
recorriendo en completa soledad mi vida paralela que nunca se unirá a la tuya.

Silencio y nada más.
Una herida que no cierra, infinito dolor ... 
¿y el amor? ... ¡nunca más!
Autora : Abril


no encontré el video traducido, entonces les dejo mi traducción :)



No, apaga el sol. Derriba la luna.
Porque ya no los necesito más
Ve y apaga las estrellas.
Y pinta el cielo de negro
El amor no va a regresar jamás
No hay para que imaginar un mundo sin ti
Tu amor era como una droga a la que era adicto
Porque no hay nadie más que pueda herirme como tú me heriste
No quiero estar solo
Y no hay otra forma
No hay alegría
No hay significado
Solo este sentimiento vacío
Ahora que todo el amor se ha ido
Y nada crece aquí
Y simplemente me siento equivocado así que ve y oscurece el sol
Y todo lo que compartimos desaparecerá lentamente
Hay un agujero en donde mi alma solía crecer, así que sólo oscurece el sol
No, detén toda la lluvia y envenena el suelo
El amor no se quiere quedar
Ve y convierte todas las frutas en un poco de vino
Sólo era dulce cuando tú eras mío
Hay un vacío dentro de mí
Desde que te fuiste
Todo el mundo ha perdido su significado
Todos mis colores se escapan
Y nada se compara
Como podría siquiera atreverse
Porque ahora que el amor se ha ido quiero oscurecer el sol

martes, 4 de octubre de 2011

LAS CEBOLLAS ME HACEN LLORAR

Al ver las hojas de los árboles pintadas de otoño caer y remontarse en las ráfagas de viento helado me pongo a pensar que pasamos la mayor parte de nuestros días medio dormidos, sumergidos en las rutinas, embebidos en nuestros problemas, con los ojos vendados por una o varias realidades que no nos permiten ver más allá de nuestra nariz… y me doy cuenta de que nuestras vidas dejan de tener brillo y se transforman en algo ordinario, algo que al llegar la noche se puede olvidar, pero lo ordinario puede se extraordinario … (según mi muy estrafalaria visión del mundo)... porque así es la vida, ordinariamente extraordinaria, única y veloz, se escapa como agua, se deshace como azúcar en los labios, se va como una pluma de paloma navegando a la deriva, como alas de mariposa liberada, porque todo lo que tenemos son momentos... momentos ordinarios que hacen único nuestro paso por esta tierra, para dejar una huella ... por más efímera que esta sea ... porque la vida sólo es un momento, sólo es aquí y ahora porque el pasado ya no está y el futuro aún no toca a nuestra puerta.
Porque aquí y ahora es suficiente si hacemos algo extraordinario ... aunque sólo sea por un momento… asi que aquí les dejo este realato de un momento oridinario xoxo, Abril

 LAS CEBOLLAS ME HACEN LLORAR

Copy right © 2011


    La intensa lluvia de otoño había esparcido su gélida fragancia por todos los rincones, y el aliento color naranja del atardecer hacía que todo luciera cálido y sereno.
Una voz dulce, triste y apasionada salía de la radio, haciendo vibrar con su melodioso encanto los cristales que parecían hacerse agua con cada frase. Por un instante mi mente se extravió y comenzó a viajar por lejanas estrellas al otro lado del universo ... pero el alma me regresó al cuerpo de un golpe cuando escuché la enigmática voz del conductor de la radio anunciando la hora “son las diesciocho horas y quince minutos, vamos a un corte y regresamos con más de emma shapplin en horizonte ciento ocho punto nueve” ¡ya es tarde!-pensé-y ni siquiera he comenzado con la cena-.

    Entonces me apresuré a sacar los vegetales y aderezar el pollo, y mecánicamente comenzé a rebanar las cebollas, una tras otra comenzé a quitarles la seca, delgada y frágil capa que las cubría y mi fiel cuchillo chino que todo lo puede hacer, con su mango ergonómico que se adapta a mis manos igual que un guante, y yo, comenzamos a cortar... pero, de repente, me topé con una cebolla de lo más peculiar, al deshacerme de la primer capa noté que en realidad eran dos cebollas unidas, unidas desde el tallo, bien juntas, como abrazándose... habrían pensado que se quedarían así, abrazadas hasta el fin de los tiempos, protegidas tiernamente por la húmeda oscuridad de la tierra, cuyos latidos los mantendrían arrullados las largas noches de invierno. Ésas cebollas que habían nacido juntas, que desde que eran brotes supieron que se pertenecían y se entrelazaron deseando florecer una y otra vez y aferrarse a las entrañas de la tierra para vivir en secreto su amor, ocultándoselo al mundo, porque al mundo que puede importarle que dos cebollas hubieran encontrado el amor verdadero, cuando la noticia del momento es que hay crisis... y nadie sabe bien porqué .

    Pero ahí estaba yo con estas cebollas en las manos, ésas cebollas sorpendidas y asustadas de que un hombre marchito y demasiado bronceado hurgara en su escondite y las arrancara sin poner atención a sus súplicas, y las arrojaran a un camión que las botó en cajas en un frío e impersonal supermercado; ahí tenía yo ése romance tan idílico en las manos y me pareció verlas estremecerse y abrazarse con más fuerza como queriendo fundirse en uno preparándose para su cruel final ... pero almenos estaban juntos, así, besándose tan intensamente como la primera vez, al menos no los habían separado y se desvanecerían en la eternidad al mismo tiempo.
Y comenzé a llorar porque un amor tan puro no puede acabar así, siendo acribillado por un cuchillo chino en manos de una chica que sueña con ser escritora ... no ... ya había demasiados finales crueles en el cine y en los diarios, ése final era demasiado real para alguien como yo, que se la vive soñando con ser feliz, después de todo, el mundo ya es demasiado real ¿a quién podría herir si conservaba el secreto que se había develado en mi cocina aquella fría tarde de otoño?
Así que con lágrimas en los ojos tomé a los amantes en mis manos y salí al jardín, me arrodillé sobre la tierra mojada y cabé un agujero profundo y con toda suavidad los deposité ahí, y mientras los cubría les dije que ya no había nada de que estar asustados que en mi jardín ninguna mano volvería a tocarlos, que bajo el cuidado de mi árbol de rojas flores el sol volvería a arrullarlos y la luna blanquearía aún más sus rostros, que podrían permanecer abrazados hasta el fin de la eternidad, así, amandose como hasta ésa tarde lo habían hecho, que no volverían a ver ningún cuchillo, ni cajas, ni refrigeradores de supermercados, que podían amarse incluso más aunque su romance ya no fuera un secreto de dos ... pero que así era mejor, porque ahora que yo lo sabía los protegería para que nadie nunca los encontrara.
Luego de mi juramento volví a mi cocina enjugándome las lágrimas y mi mente se volvió a perder en otra melodía mientras lavaba un par de zanahorias.
Autor: Abril


esta es la canción con la que estaba soñando aquella tarde :) los quiere Abril